"... es mejor recurrir a la estética para contar a los demás cómo hemos vivido hasta este momento las circunstancias que nos han hecho crecer"


- El silencio, tan ominoso como injusto, que se cernía sobre su obra, acaba de romperse y eso ganamos todos, pero ¿cómo vive la poeta este cambio de situación y, sobre todo, cómo lo explica?

- Creo que ese silencio, nos ha sido necesario, a mi obra (ay, Dios ) y a mi, para conocernos en la intimidad, para madurar las dos, para serenarnos juntas y mostrar a los demás lo que permite el pudor. La depuración de la experiencia. La síntesis prensada de todo lo vivido hasta el momento.
Por eso, Domingo, no lo veo ominoso a ese silencio, sino necesario. Yo creo que nos ha venido bien a ambas. A mi palabra le faltaba el temple que dan los años. Antes era bastante exhibicionista, ahora en cambio se ha convencido de que es mejor recurrir a la estética para contar a los demás cómo hemos vivido hasta este momento las circunstancias que nos han hecho crecer. Y a mí también me ha venido bien. Porque este rumor de premios que se ha levantado a mi alrededor últimamente me tiene sobrexcitada, abrumada y sorprendida y no creo que eso favorezca a mi tensión arterial, en absoluto, ni a mi obra como tu la llamas.
Pero faltaría a la verdad si no dijera que siento una enorme sorpresa al saber que hay a quien le gustan mis diseños minimalistas, hasta el punto de dejar en la cuneta otros tantos, que, sin duda ninguna, tenían los mismos merecimientos.
Y alegría. También siento alegría de ver impreso un libro propio y cogerlo y tocarlo y leerlo y ponerlo al lado de los de tantos amigos de los que he ido aprendiendo en estos años. Tengo una balda dedicada solo a los amigos.
Y en cuanto a explicar el porqué de lo que está ocurriendo no acierto a entenderlo, como no sea que la Diosa Fortuna me está haciendo ahora mercedes, con todo lo que eso significa. Porque se dice de ella que siempre suele pasar factura y que suele ser mudable.