"... la soledad es necesaria para aprender a ser libre y descubrir cuál es nuestra misión en un mundo que se nos está rompiendo a pedazos"

- Se dice, muchas veces, que el poeta, en el fondo, es una gran soledad. ¿Está de acuerdo, al menos en su caso?

- Totalmente de acuerdo, aunque yo siempre me he sentido bastante sola interiormente, bastante rara e incluso celosa de mi mundo interior, aunque los demás no se dieran cuenta de ello. Yo me sentí sola, pero sola sin traumas, mucho antes de entrar en contacto con los libros. Mi infancia fue la infancia de una hija única, hasta los nueve años y medios. Criada por abuelos, porque mis padres trabajaban los dos. Mi madre fue una pionera en trabajar fuera de casa. Así que yo, aprendía de mis abuelos lo que ellos me contaban de la vida, al calorcito del brasero. Ese brasero que creo que sale en todos los poemarios que tengo, los premiados y otros tantos que andan por ahí probando suerte. Por eso te digo que mi soledad fue sin traumas. Mis abuelos compensaron la falta de hermanos y el juego entre niños. Creo que estar siempre con adultos me hizo madurar antes.
En la adolescencia, tal vez experimentase esa soledad como algo negativo, pero ahora la busco, la necesito y me da el equilibrio, que a veces las circunstancias que nos van surgiendo en la vida, nos impiden tener.
Además creo que la soledad es necesaria para aprender a ser libre y descubrir cuál es nuestra misión en un mundo que se nos está rompiendo a pedazos.