"Creo que soy producto del reciclaje de muchas tendencias"

- ¿Se siente identificada con alguna generación o tendencia?


- En el libro de” El ritmo de las sombras” hay un poema que se llama “Verdades instantáneas”, en él expreso qué pienso de las verdades absolutas. No me atraen lo más mínimo. Yo creo que estamos aquí, en esta brevedad que es la vida, para empaparnos de un diluvio de verdades. Por eso, me gusta ser permeable a todas las generaciones, que por mi profesión he tenido la suerte de conocer. Como gran ecologista que soy, creo que estamos aquí para reciclarlo todo, no es bueno tirar las cosas definitivamente. Hay cosas a las que no les ves el sentido en un momento de tu vida y en otro las añoras. Creo que soy producto del reciclaje de muchas tendencias, tengo poemas que han surgido de mi complicidad con el “silencio”, otros en los coqueteo con la “nueva sentimentalidad” de la que habló por primera vez Machado, en otras me veo en la línea solidaria que persiguen los de la “Poesía de la experiencia”, intentando trascender el individualismo e ir más allá de mi frontera hasta llegar a los otros. Y de las Vanguardias, me gusta hacer de tanto en tanto un guiño idiomático introduciendo palabras cotidianas de la actualidad, pero siempre con un valor simbólico. También me gusta hacer poemas visuales, con disposiciones que permitan varias lecturas a un tiempo. Como meter un poema dentro de otro.
Creo que los personajes que salen en mis libros tienen algo de ese alguien mutante que he ido siendo por mis circunstancias personales. Yo me veo poliédrica. Eso no sé si es bueno o es malo. Pero es como a mí me gusta ser. Tal vez deberían ser los críticos quienes dijeran de qué corrientes o autores soy deudora.

- ¿Cómo ve la poesía Celia Bautista?

- Como un instrumento de comunicación, de conocimiento e incluso de concienciación. Y como el medio del que me sirvo para devolverle a la vida, reciclado desde mi punto de vista, todo lo que la vida me ha dado en cuanto a experiencias, oportunidades culturales, conocimiento de personas y circunstancias en las que he vivido.
Desde el punto de vista estético, mi opción actual es descubrir en las palabras cotidianas todo su calado y jugar con ellas a decir cosas.
Y en cuanto a la poesía te diría que hoy es para mí algo de lo que no puedo prescindir. Es como un reto diario para que no me quede dentro nada que pudiera merecer la pena, cuando me regalen una parcelita en el solar del silencio permanente.